martes, 5 de noviembre de 2013

La empatía. ¿Por qué me duele el sufrimiento de los demás?



Ves a alguien golpearse el dedo del pie e inmediatamente te estremeces, estas viendo una película donde alguien corre por que le persigue un cruel asesino y tu corazón se acelera mientras los músculos de tu pierna se contraen o un amigo tuyo pone cara de asco mientras prueba un alimento y de repente, tu propio estómago repugna la idea de comer…Esta habilidad para entender de manera instintiva e inmediata lo que las otras personas están experimentando es lo que llamamos empatía y  no sólo está presente en el ser humano sino en otras muchas especies. ¿Pero qué significa realmente ser empático?

A principios de los años noventa, investigadores italianos hicieron un descubrimiento asombroso e inesperado. Habían implantado electrodos en los cerebros de varios monos macacos para estudiar su actividad cerebral durante diferentes acciones motoras, incluida la ingesta de alimentos. Un día, mientras un investigador alcanzaba con la mano su propia comida, notó que las neuronas de los monos comenzaron a disparar impulsos en la misma área de la corteza cerebral premotora que se activaba cuando los animales hacían un movimiento con la mano similar al que hacía el investigador. Inmediatamente los investigadores se plantearon la siguiente cuestión ¿Cómo era esto posible si los monos estaban sentados y quietos, simplemente mirándolo?


Lo que el grupo de Giacomo Rizzolatti  había descubierto es lo que hoy conocemos como neuronas espejo, unas neuronas que se activan de forma idéntica tanto cuando las acciones son realizadas por nosotros mismos cómo cuando son producidas por un tercero. Esto supone que, por ejemplo, cuando vemos a alguien coger un vaso nuestro cerebro activará automáticamente las mismas áreas motoras que se activarían si yo mismo estuviese agarrando un vaso, y es por esta razón, por la que son llamadas neuronas espejo, porque es como si estuviésemos contemplando nuestra propia acción en un espejo, convirtiéndonos en el espejo de los demás.

Hoy casi 20 años después sabemos que estas neuronas también nos permiten descifrar, recibir e interpretar expresiones faciales. Cuando una persona realiza una expresión facial, se activan las mismas regiones de nuestro cerebro que se activarían al ejecutarla por nosotros mismos y cuanta mayor actividad hay en nuestro sistema de neuronas espejo, mejor es nuestra interpretación de las expresiones faciales.

Estos hallazgos sugieren que el sistema de neuronas espejo juega un papel clave en nuestra habilidad para identificarnos y socializar con otros, así como para comunicar nuestras emociones, principalmente a través de expresiones faciales.
Así que llegados a este punto, te hacemos la siguiente pregunta; ¿Nunca te has preguntado por qué sientes una reacción física cuando ves el dolor en otros?


Las neuronas espejo al ser responsables de reflejar las sensaciones de los demás, hacen que nos sintamos casi como si las viviésemos en nuestra propia piel, de hecho si no fuera por ellas, no nos estremeceríamos al ver una película de miedo o sentiríamos pena e incluso ganas de llorar al ver una escena triste y por tanto, no nos emocionarían las historias de los libros que leemos o nuestra serie favorita.

Y es que realmente nos pasamos el día percibiendo las emociones de los demás y simulándolas en nuestro interior... ¡las neuronas espejo no descansan! imitan incluso las expresiones musculares más insignificantes de otras personas de forma automática, informándonos de cómo se sienten a cada momento, de hecho, a nuestras neuronas espejo les importa más lo que ocurre a nuestro alrededor  que saber quién realiza la acción.

Pero las neuronas espejo no sólo nos conectan con los demás informándonos de sus múltiples acciones, sino que además son fundamentales para la imitación y por tanto, intervienen en el aprendizaje social, muchos antropólogos sostienen que es esta capacidad, la que nos ha permitido sobrevivir ayudándonos a resolver problemas y dificultades.

Y esto no es todo, según recientes investigaciones las neuronas espejo están también relacionadas con el lenguaje.Generalmente cuando hablamos usamos nuestras manos y las neuronas espejo intervienen en el control del movimiento de nuestras manos interpretando también los gestos de las manos de los demás, así en diversas investigaciones se ha encontrado que cuando escuchamos a hablar a otras personas, se activan zonas del lóbulo frontal  que también se activan al hablar con los demás, es decir,  las zonas cerebrales que controlan la lengua y los labios están tan activas como si habláramos en ese momento.



Pero lo más sorprendente que los investigadores han descubierto sobre las neuronas espejo es que no sólo identifican los movimientos y los repiten, sino que hacen atribuciones de las intenciones que hay detrás. Cuando vemos a alguien realizar una acción no sólo interpretamos sus actos, sino que además, sacamos conclusiones sobre porqué lo hace y en qué circunstancias. Si por ejemplo, vemos a alguien coger un vaso de una mesa limpia, nuestra mente activará levemente nuestras neuronas espejo, pero si vemos la misma acción con una mesa sucia deduciremos que la persona está recogiendo la mesa y esto las activará aún más, esto también ocurrirá si vemos la misma acción y esta vez la mesa está llena de comida, creeremos que la persona se dispone a beber mientras esta cenando.

Por tanto, podemos afirmar que las neuronas espejo recientemente descubiertas, están implicadas en la capacidad que tenemos las personas para empatizar, y esto ocurre porque se comunican con los centros cerebrales responsables de las emociones (sistema límbico) y cuanto más se activan estas áreas, mayor es la empatía que sentimos.
Si vemos a alguien sonreír, nuestras neuronas espejo crearán una especie de representación de esa sonrisa en nuestro cerebro, una especie de imitación interna y luego, enviarán señales al sistema límbico haciendo que sintamos lo que la otra persona está sintiendo.



Es por ello que no podemos evitar sufrir al ver a otra persona sentir dolor, llorar al ver a alguien emocionarse, sentir la alegría cuando ves a otros reírse y en definitiva, sentir lo que sienten los demás.

2 comentarios:

  1. Gracias por tan buen reportaje, pero aun sigo sin entender por k si somos tan inteligentes hemos evolucionado a través de los años, como es posible ver tanto maltrato hacia los animales, hacia los niños, hacia nuestro próximo hacia el medio ambiente, no puedo entenderlo estamos evolucionando? o estamos retrocediendo?

    ResponderEliminar
  2. no, no es evolución. pero tu planteo me alegra bastante, suele ocurrir que la empatia muchas veces no quiere ser demostrada por el hecho de no querer reconocerla o que la reconozcan y sucede lastimosamente en muchas instituciones lo cual es efimero para mi explicación porque en una institucion por ejemplo, educativa se puede lidiar con la mayor activacion de las areas del sistema límbico, se supondria que los que tienen mayor actividad de este tipo y, por lo tanto sienten mas, deben ser mas y mejor cuidados, lo que no quiere decir que puedan ser mayormente preparados para el ritmo de personas que estan en alta situacion de riesgo economico. Osea una persona empatica no tiene la obligacion de aquellos desamparados. por muchos medios pero mas que esto son necesarios estudios de asistencia social, atención multilateral, y social.

    ResponderEliminar