Ocurre que muchas veces, el no saber
decir que no a los demás se convierte en un problema. Todos en más de una
ocasión en mayor o menor medida hemos temido por una razón u otra decir que no
a alguien y hemos acabado cediendo a las
peticiones de los demás sin quererlo. Sin embargo el problema se presenta
cuando somos incapaces de decir que no en la mayoría de las ocasiones, entrando
en un círculo vicioso en el que cada vez tenemos más y más cosas que hacer,
muchas de ellas sin un valor real para nosotros llevándonos a un nivel de
estrés y ansiedad tan elevado como innecesario.
¿Pero, por
qué nos cuesta a veces tanto decir que no?, ¿Por qué acabamos diciendo que sí a
cosas que no queremos hacer?
Pues bien, existen diversas
razones por las cuales las personas acabamos cediendo a las peticiones de los
demás;
1.
Queremos
ayudar; Muchas veces sentimos que si nos negamos a los deseos del otro
significa que somos egoístas, mientras que decir que sí es un acto de
amabilidad y empatía.
2.
Temor a
ser rechazados; Todos queremos caer bien a los demás y dar una imagen positiva de nosotros mismos, por lo que
cedemos y decimos que sí para evitar así un posible rechazo por parte de los
demás.
3.
Respeto a
los demás; En algunas ocasiones podemos considerar que esa persona no merece
nuestra negativa ya que de algún modo nos sentimos en deuda con el/ella.
4.
Temor a
enfrentamientos; Queremos evitar conflictos con los demás, y mantener un
buen ambiente.
5.
Culpabilidad;
Muchas veces decir que no implica un gran malestar a pesar de que sabemos que
es lo correcto, por lo que aliviamos esa carga optando por ceder a las
peticiones de otros.
6.
Temor a
perder oportunidades; Podemos también pensar que sí decimos que no ahora,
es probable que no nos ofrezcan otras oportunidades en un futuro.
Son muchas las
razones por las cuales las personas cedemos a las peticiones de los demás en
contra de nuestros propios deseos. Pero a pesar de que momentáneamente
parecemos sentirnos mejor al decir que sí, con el paso del tiempo no poder
decir no, acaba convirtiéndose en una carga muy pesada.
Cuanto más cedamos
a los deseos de los demás, mas nos costará acabar diciendo que no y por tanto,
mayores serán las consecuencias para nosotros mismos. El malestar, el estrés o
la ansiedad son respuestas normales ante esta situación.
¿Pero cómo aprendo a decir que no?
Aprender a decir
que no sólo es cuestión de decir que no, la práctica es fundamental. Se trata
de acostumbrarnos a decir que no a otros.
Sin embargo,
existen algunos consejos que podrían ayudarnos;
1. Mantén una buena autoestima; Las personas que se
sienten bien consigo mismas, temen menos decir que no a los demás.
2. Valórate a ti mismo como individuo capaz de
tomar sus propias decisiones; Decir que no cuando no queremos es también un
derecho.
3. Comienza diciendo no a pequeñas peticiones,
aquellas que te generen menos malestar.
4. Practica muchas veces.
5. Observa las consecuencias; Muchas veces tememos a
situaciones que nunca se producen.
6. Practica la comunicación asertiva; Es más fácil decir
que no si lo hacemos teniendo en cuenta los sentimientos del otro.
7. Busca otras opciones para ayudar a esa persona
sin hacer algo que no quieres; Existen muchas formas de ayudar a otros sin ser
exactamente como ellos quieren.
8. Ten claro por qué no quieres decir que sí.
9. No te justifiques ante los demás; No es lo mismo
mostrar nuestros sentimientos al respecto, que dar escusas para evitar la situación
de tener que decir que no.
10.
No tardes en responder dando largas sé claro y conciso.
11.
Piensa en las veces que te dijeron que no y sin
embargo no te enfadaste.
12.
Busca tus oportunidades en vez de esperar a que
lleguen.
13.
Acepta tu también un no por respuesta.
14.
Ayuda a los demás aunque no te lo pidan.
15.
Sé independiente y autónomo, no dependas de los
demás.
En resumen,
aprende a ser asertivo, valórate, defiende tus derechos y busca relaciones sanas.
Aprender a
decir que no puede resultar difícil, pero es uno de los grandes favores que
puedes hacerte a ti mismo. Reducirás tu sobrecarga de trabajo y tu nivel de
estrés, y dispondrás de tiempo para hacer lo que realmente te importa.
Esperamos
que estos consejos os sirvan de ayuda.
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